El eurogame duro que está pegando fuerte a nivel de expectativas, que los jugadores exigentes están esperando probar con los dientes afilados y el culo apretado, que recibe alabanzas por los que ya han tenido el privilegio de jugarlo, que ya se sabe que tendrá edición en español por Maldito Games, que es comparado con los diseños de Vital Lacerda,.... Ese juego no es otro que ¡Coffee Traders! de Capstone Games. Primera partida y me lanzo a la piscina de hacer esta reseña. ¿Quién dijo miedo?, vamos a ello.
Lo primero es olvidarnos de elaborar café, de saborearlo, de buscar la mejor calidad para ofrecérselo a nuestros clientes y de pensar en que este juego es como un Vinhos pero de cafés. No, ese es un error de concepto inicial. Antes de que nos formulen la incógnita de "¿de qué va esto?", solamente habría que ver que se puede despejar al fijarnos en el título que, esta vez, no está puesto por poner algo. Somos comerciantes de café y a eso vamos a jugar. Lo demás estaba en nuestra imaginación.
Coffee Traders nos convierte en comerciantes de este oro negro tan apreciado por tantos y tantos consumidores, los llamados cafeteros. Pero la diferencia con otros empresarios es que nosotros somos parte del llamado "comercio justo". Nuestro negocio se basa en otro entramado económico que podría resumirse en que los granos de café recorren un largo camino antes de llenar la taza del consumidor, con la idea de un reparto más equitativo de los beneficios en esa cadena productiva y de distribución. Se trabaja en cooperativa en los países de origen, el café se procesa localmente y después se transporta para su distribución hasta llegar a los estantes de las tiendas.
Metajuego aparte, nos encontramos con que el tablero principal muestra zonas para cinco países principales: Brasil, Guatemala, Indonesia, Colombia y Etiopía; donde tendremos que colocar nuestras plantaciones así como diferentes edificios. Estas cinco zonas del tablero común son los espacios donde vamos a pelear por las mayorías así como por la producción de café. Además hay un pequeño hueco para Sumatra, lugar donde no colocaremos nada más que con civetas, unos mamíferos que se comen los granos de café y después de que los defecan (sí, habéis leído bien), son recolectados de entre las heces para elaborar el valioso café Kopi Luwak. No sé yo, la verdad es que tomo poquísimo café, prefiero la cerveza, pero me ha gustado descubrir esto que desconocía.
En los laterales de este tablero central tenemos dos zonas diferenciadas. A la izquierda los bares a los que podremos vender nuestro café no utilizado en los contratos; y a la derecha el track de arábica en el que iremos avanzando según transcurra la partida. Por supuesto no podía faltar un tablero individual para cada jugador. Magnífico componente donde se distribuyen nuestros recursos y/o trabajadores, los contratos a cumplimentar así como un resumen de las diferentes fases y variada iconografía para realizar el setup.
Esto sería a grandes rasgos lo que nos ofrece Coffee Traders en un primer vistazo. Un gran tablero central que ocupa mucha mesa y tantos tableros individuales como jugadores participen. No hay cartas, no las busquéis, aquí hay mucha madera, losetas, tokens, meeples, granos de café y también monedas metálicas. Suficiente para disfrutar de la partida.
Volviendo a unos párrafos atrás, somos comerciantes y pasaremos a seguir las seis fases en las que se divide el juego. Sin entrar en todos los detalles, la primera fase es de colocación de plantaciones, la segunda de colocación de trabajadores adicionales, la tercera de construcción de edificios y envió de comerciantes, la cuarta de producción y recogida de café, la quinta de cumplir objetivos y una sexta fase final de ronda de mantenimiento. Estas fases se desarrollan de manera lineal para todos los jugadores en orden de turno. Cada uno tendrá que optimizar sus opciones, gastar recursos, decidir donde construir edificios y donde colocar sus plantaciones, enviar comerciantes para obtener café, etc.
Lucha sin cuartel por ocupar los diferentes lugares del juego con la particularidad de que hay una mecánica de "piggyback" donde los jugadores pueden seguir o no la acción del jugador principal. Es decir, si por ejemplo un jugador realiza la acción de colocar un comerciante en Brasil, todos pueden (por orden de turno) colocar gratis otro de sus comerciantes en el mismo país. Interesante mecánica que al principio choca pero que luego es todo un acierto.
Hay mucho para pensar, innumerable decisiones que tomar y gran dosis de tematización en todo lo que realizamos. A modo de resumen, como mecánica principal tenemos que colocar nuestras plantaciones en los cinco países pero de tal manera que se conecten entre ellas por medio de burros o de los preciados vehículos. No debemos olvidarnos de construir edificios en esas localizaciones que nos darán beneficios, puntos en las mayorías o mayor cantidad de granos en el reparto de la producción de café.
Es necesario entender desde el principio de la partida, que trabajamos en cooperativa, por lo que nuestras plantaciones producirán para toda la comunidad y será al enviar a nuestros comerciantes a los países, cuando podamos recoger café tanto de nuestras propias plantaciones como de las de los demás jugadores, pero siempre que en ellas hayamos colocado trabajadores que recojan la cosecha. No sé si me habéis seguido pero no es lo mismo producir café que trabajar las plantaciones o que, en definitiva, recoger la producción con nuestros comerciantes. Además tenemos a las curiosas civetas que en Sumatra nos reportarán el valioso café comodín. Hay tema y está bien hilvanado.
Lo dicho anteriormente no es nada para todo lo que nos queda por ver. Atención porque si nos ponemos las gafas de cerca veremos cada uno de los detalles del diseño pero si, por el contrario, usamos las gafas de calle vamos a tener una visión general mucho más amplia de la gran cantidad de cosas que podemos hacer durante la partida. Varias capas que un jugador veterano puede apreciar (con o sin gafas) pero que para el novato pasarán por alto. No queda otra que calificar al diseño para un nivel de jugadores expertos aunque, más adelante entraré en ello, no sea difícil de aprender y jugar.
En fin, no quiero abrumar, pero nos toca estar pendiente de los tres hitos que han salido al azar, calcular si cumplimos algunos de los contratos, subir en el track de arábica, vender café en los bares, completar el set collection de animales salvajes y hojas en nuestro tablero personal, tener monedas y burros para realizar las acciones principales, desbloquear los beneficios al cumplir contratos o construir edificios y alguna otra cosa más. Una pausa es obligada porque es fácil no saber que elegir pero todo está hilado y bien hecho, hay muchas combinaciones, diferentes caminos a la victoria. El AP puede aparecer por doquier, en el momento en que queramos hacerlo todo perfecto, algo harto difícil ante tanta variedad de opciones.
Pero no quiero llevar a engaño ni asustar a nadie, Coffee Traders es un juego de reglas sencillas, se aprende bastante rápido lo que se puede y lo que no se puede hacer, se salta a la arena con esas reglas y la partida fluye más que bien. Otra cosa es que hay que sacar codos contra los rivales y pararse un momento a pensar para que nos vaya cuadrando las estrategias a llevar a cabo. Entiendo la comparación con los diseños de Vital Lacerda porque el tema está presente y todo tiene sentido, además de que hay un track de mayorías (el de los bares) que recuerda mucho a los del diseñador portugués; pero yo diría que en este juego cafetero las mecánicas son más fáciles de entender y ahí sí que veo diferencia, además de que Lacerda no usa tantas cosas como me encuentro en este juego. No es cuestión de elegancia, sino de que Lacerda con un único trabajador hace acciones atómicas y aquí hay más acciones diferentes en las fases de juego. O eso me parece a mí, vaya.
La producción es totalmente de luxe con unos componentes abundantes y de calidad, mucha madera, tableros grandes y muy buen arte gráfico tanto en claridad como en la excelente elección de la iconografía. El precio ya es otra cosa, como va siendo habitual cada vez más, la caja ronda los cien euros y no queda otra que ir aceptándolo o jugar con la copia de un amigo. (¡Gracias, Raúl!). Por ahora solamente está editado en inglés pero Maldito Games ya ha anunciado que lo traerá en nuestro idioma.
Hay interacción aunque sea indirecta al construir, colocar antes los comerciantes u ocupar los lugares que dan las mayorías. Creo que a cuantos más jugadores la lucha será más encarnizada pero a tres jugadores lo he disfrutado sin problema. Pensando en esa escalabilidad, me parece que a más jugadores habrá más producción de café ya que cosechamos en cooperativa y, por lo tanto, puede ser más fácil cumplir los contratos al tener mayor producción. Vuelvo a insistir en que las reglas son sencillas pero la optimización es dura.
Me gusta la mecánica de "piggyback", el que nuestros comerciantes nos hagan obtener el café y no que tengamos las plantaciones en los países, así como que todo sea importante para puntuar: mayoría en los países, cumplir contratos, beneficios al desbloquear el tablero personal, mayoría en la venta a los bares, track de arábica, hitos y set collection. El diseño lo veo muy compacto, de esos juegos duros pero fluido que me apetece volver a probar, que sé que es muy disfrutable, muy bonito en mesa y que lo convierte en un juego top para los eurojugones. Ya está despejada del todo la incógnita de este nuevo juego. Hasta me apetece saborear un buen café, eso sí, con un par de ricos churros madrileños, :)
TEMÁTICA: El comercio justo en la producción y venta de café de diferentes países.
