Después de la coronación de Carlos IV, la ciudad de Praga sufrió varias transformaciones arquitectónicas: puente, fortificaciones, la universidad o la catedral. El juego nos llevará a ser parte de esta transformación.
Praga Caput Regni es uno de los euros más aclamados del año 2020. Llama la atención la rueda de acciones donde tendremos unas losetas para robar que nos permitirán realizar una de sus dos acciones, para luego devolverla a la rueda. Su coste será distinto según el lugar donde cojamos esa loseta que irá girando después de cada turno.
En cuanto a componentes, tenemos el muro del hambre, la catedral y el puente, con unos edificios de cartón en 3D que también son llamativos aunque se puede obviar su uso si molestan al típico eurogamer que no quiere distracciones. Y de nuevo, más componentes fuera de lo básico, en los tableros individuales de cada jugador: dos ruedas para contabilizar los recursos de oro y piedra, así como espacios troquelados para insertar cubos que contabilizan varios aspectos. Con todo esto, vemos que la producción es bastante buena, pero lo que importa es como funcionan en mesa sus mecánicas.
Hay varios tracks de los que tenemos que estar pendientes: los de producción de oro y piedra, así como los de tecnología y universidad, todos ellos en nuestro tablero individual. Eso por un lado, porque si queremos aspirar a la victoria, hay que ir mejorando en la catedral y en el muro del hambre, junto con el camino del rey. Puntos de final de partida, bonificaciones inmediatas y combos varios, será nuestro trabajo turno a turno.
A mí se me desmonta el juego, sobre todo por su lado temático, y me siento un muevecubos para optimizar mis opciones. Demasiadas bonificaciones, me abruman los combos, me aburre pensar fríamente en las mayorías que hay que ganar para final de partida y acabo cansado de un diseño que me parece bueno, pero que no consigue atraparme ni por su lado mecánico (aunque considero original la rueda de selección de acciones) ni mucho menos por su lado temático.
Para más inri en mi contra, todo se decanta en una brutal ensalada de puntos, algo que no me suele gustar ya que prefiero las partidas en las que voy viendo quién se va a llevar la victoria antes del detonante de sumar puntos finales a todo trapo. También encontré el tablero sobrecargado y es cierto que es bonito pero me da pereza tanta información visual, tal vez el puente de Praga es lo que más me conecta con la ciudad y, por consiguiente, con el tema del juego.
No me extrañan sus alabanzas porque el juego implementa muchos conceptos y lo hace bien. La partida se hace entretenida y tensa, con muchas decisiones, pero no es un juego que ahora mismo me invite a repetir.
TEMÁTICA: Construimos varios edificios en la ciudad de Praga durante la Edad Media.
AÑO: 2020
AUTOR: Vladimír Suchý
RÁNGO: 1-4
MECÁNICAS: Mayoría de áreas, colocación de losetas, track de movimiento
NIVEL: Experto
COMPONENTES: Destacan varios edificios en 3D y ruedas y tableros troquelados.
LO MEJOR: La originalidad de la rueda del tablero principal para coger acciones.
LO PEOR: Muchas bonificaciones durante la partida y un final con ensalada de puntos excesiva.
PARTIDAS JUGADAS: 1
NÚMERO DE JUGADORES PROBADO: 3
NOTA FINAL: No es mal juego pero me aburre temática y mecánicamente con varias cosas que detesto, como la ensalada de puntos final, el continúo cambio de recursos y un tablero sobrecargado.