He dado muchas vueltas hasta encontrar este Great Wester Trail del austriaco Alexander Pfister. Este juego fue considerado uno de los mejores, si no el mejor, de la feria de Essen del año 2016. Actualmente ocupa el puesto 10 del ranking de la BGG, algo que no es moco de pavo, ya que hasta ahora solamente tengo Through the Ages que le supere, ya que está el sexto.
Trata de que somos vaqueros que transportan su ganado a Kansas City para después enviarlo por tren a otras ciudades. Por el camino, tendremos que mejorar nuestras posibilidades de enviar mejores reses con una serie de edificios a los que tenemos acceso, así como sortear peligros naturales o indios asentados en el territorio.
Las mecánicas principales son de draft de cartas y pick & deliver. Hay que contratar trabajadores, construir edificios y mejorar la red de comunicaciones ferroviarias.
El juego tiene varias cualidades que ahora mismo me interesan como jugador: es fácil de aprender, se juega rápido ya que son únicamente tres fases por turno (mover vaquero, hacer acciones y reponer mano de cartas), no es una gestión de cartas de mano complicada (solamente podemos tener 4, 5 o 6 cartas), no utiliza recursos algo que ya me tiene un poco saturado (Agrícola, Puerto Rico, La era del carbón, Caylus,..) y se puede ganar la partida por diferentes caminos (trabajadores, ganado o comunicaciones). También es interesante porque funciona bien a todo el número de jugadores que admite, es decir de 2 a 4 jugadores. Por último, ha salido una expansión por lo que tiene recorrido.
En contra le veo varios defectos como que hacemos repetidamente lo mismo: llevar al vaquero desde la parte inferior del tablero hasta Kansas City, pasando por ciudades y enviando el ganado. Tampoco me gusta que no se vea quién va ganando la partida y todo quede en una ensalada de puntos finales. Aquí todo puntúa, desde el dinero que nos ha sobrado, las vacas que hay en nuestras cartas, etc,etc,etc.
Tenía curiosidad por jugar una obra de Pfister. Dicen que tiene dos superiores: Mombasa y Maracaibo. Me ha gustado el juego, no me ha enamorado pero tiene cabida en mi pequeña ludoteca aunque no lo considero imprescindible y eso pone en peligro su estancia entre mis elegidos.
Como dejaba caer en el párrafo anterior, al final lo he vendido. En parte porque en mi casa no salía a mesa y en parte porque tal vez me haga con la nueva edición. Puras contradicciones, lo reconozco.